En el Balcó de la Safor desde el domingo 5 de abril y dentro de la toma de medidas más drásticas para evitar el contagio del COVID-19 y como plan de contingencia para que en caso de tener un caso positivo la propagación del mismo fuera la mínima posible, los 99 usuarios/as se encuentran confinados en sus habitaciones saliendo de ellas para lo mínimo posible, dejando únicamente las habitaciones para realizar las tres comidas más importantes del día y para fumar. El resto del tiempo y para el resto de actividades permanecen en sus habitaciones.
Esto, evidentemente ha significado un cambio en la organización diaria del centro y en los objetivos de todo el equipo interdisciplinar del Balcó.
Hemos tenido que cambiar toda nuestra dinámica y nuestros esfuerzos y encaminarlos a satisfacer las necesidades de cada uno de los usuarios/as teniendo en cuenta el confinamiento al que se les ha tenido que someter y sobre todo a preservar su estabilidad psicopatológica, estabilidad tan complicada de mantener teniendo en cuenta que se les ha tenido que retirar la mayoría de motivaciones y refuerzos positivos que forman parte de los procesos de rehabilitación de cada uno de ellos: las salidas, los permisos, las visitas, las actividades de ocio, la socialización entre ellos, se ha limitado el contacto con las familias al telefónico (aunque se les permite hablar con las familias prácticamente todos los días), y un sinfín de actividades que en condiciones normales son parte importantísima del Proceso de Rehabilitación de los usuarios/as.
Se ha facilitado a cada uno de ellos material que nos han solicitado para que se puedan entretener en sus habitaciones: papel, colores, bolis, libros, pasatiempos, se les han dejado aparatos de música, tablets, ordenadores, teléfonos móviles, juegos de mesa…
Se ha organizado un concurso de música, adivinando canciones que sonaban para todo el centro, gracias a los trabajadores que trajeron todo el material: altavoz, microfonos, canciones…
Se pasa por sus habitaciones para dejarles el teléfono y que puedan recibir las llamadas de sus familiares.
Se les sirve un cafetito (tan preciado para ellos) por las mañanas y por las tardes en sus habitaciones.
Y…. un sinfín de actividades que están teniendo que improvisar y prepararse los trabajadores para hacer que el día a día de todos los usuarios/as del Balcó sea lo más ameno posible. Y a la vez para evitar episodios de desestabilización o de crisis de sus patologías de base.
Una de las actividades-sorpresa que se prepararon los trabajadores/as fue recrear el Viernes Santo una pequeña procesión. Los trabajadores/as simulando las vestimentas de los Vestas fueron pasando por los pasillos mientras sonaba la música típica del Entierro. Los usuarios/as se sorprendieron y se emocionaron.
El domingo de Pascua, tuvieron para desayunar su panquemado con chocolate. etc…
Y durante el tiempo que estas medidas de aislamiento continúen el equipo interdisciplinar del centro seguirá ideando actividades y buscando alternativas para mantener la estabilidad y el bienestar de cada uno de los usuarios/as, ahora más que nunca está siendo indispensable (más si cabe) la atención individualizada.
No importa todo el esfuerzo que esto está suponiendo para los trabajadores/as y para los propios usuarios/as…..todo se hace sabiendo que es lo mejor para todos y teniendo en cuenta que esto pasará y que en unos meses (los que sean) podremos contar anécdotas ocurridas durante la cuarentena, y recordarlas con una sonrisa de satisfacción de un trabajo bien hecho.
ESTO PASARÁ.
DESPUÉS DE ESTO ESPERAMOS SER UN POCO MÁS FUERTES.
Mucho ánimo a todos/as.